Pedro
4 min readOct 29, 2017

#55 Samurai! de Saburo Sakai, Martin Caidin y Fred Saito

Atención: A continuación se revelan partes de la trama del libro.

¿Por qué este libro? Me encantó El avión rojo de combate, asi que este libro que también es una autobiografía de un as de la aviación de la Segunda Guerra Mundial tenía que leerlo también.

¿Qué tal la novela? Sakai con la ayuda de Caidin y Saito nos cuenta sus dura niñez y juventud y como tras fracasar en los estudios y no soportar la humillación que eso supone para su humilde familia decide alistarse en la marina. De esta época Sakai destaca la férrea disciplina y los malos tratos que sufren los aprendices. Esto me llamó la atención porque es algo que también se muestra en Yamato. De ahí pasa a la escuela de pilotos, donde destaca el nivel de exigencia requerido para convertirse en piloto y consigue licenciarse.

Pronto es destinado a operaciones aéreas en al campaña de china. La aviación japonesa no tiene rival y Saburo logra sus primeros derribos, él y sus camaradas logran una experiencia inestimable.

Cuando empieza la guerra del Pacífico participa en la campaña de Filipinas, y poco despues es destinado a Lae una base avanzada en Papúa. Es en esta misión donde empiezan a perder empuje. Su superioridad en el aire va cediendo terreno ante los inagotables recursos aliados. Saburo destaca continuamente que su experiencia y la de sus compañeros unida a que el Zero es más rapido y más manejable que los aviones enemigos. En lo que si son superiores los aliados son con sus bombarderos, los B17, que resultan difíciles de derribar. Sus minisiones consisten sobre todo en escoltar bombarderos japones que atacan objetivos aliados, sobre todo la base aérea de Port Moresby e interceptar cazas enemigos, así como defender su propia base de las incursiones enemigas. Los ataques son continuos, y derriben mas aviones de los que pierden pero la maquinaria aliada no deja de producir aviones, y se van imponiendo. Es en este tiempo cuando transcurre la batalla de Guadalcanal donde Sakai quiza logra su mayor hazaña, y es que es ametrallado y herido gravemente en la cabeza, con medio paralizado casi ciego, desangrandose, lejos de su base y sin apenas combustible, logra volver y aterrizar el aparato. Me gusta como esta parte es relatada por Sakai, resulta muy angustiosa, logra que el lector se sumerja.

La recuperación es lenta y dolorosa, pero la única secuela es la pérdida de visión de un ojo, debido a esto es retirado de las misiones de combate. Es asignado a la formación de nuevos pilotos y ahi es testigo de como las exigencias respecto a su formación han bajado mucho debido a la acuciante necesidad de pilotos. Solicita continuamente su vuelta al combate pero es rechazado continuamente. En esta parte expresa la frustración que siente y como su único deseo es volar junto con sus compañeros de armas.

Finalmente ya en 1944 su petición es aceptada a es asignado a la base aérea de Iwo Jima. Tras reincorporarse todo son malas noticias, no es el mismo piloto, su pericia como piloto suple con problemas su falta de visión, muchos de sus camaradas han caido, sus Zeros ya no son los mejores aparatos, los nuevos cazas aliados les superan en maniobrabilidad y potencia, además de que les superan en número y sus pilotos son más experimentados. Tras el fracaso de Iwo Jima es asignado de nuevo a bases en retaguardia. Finalmente tras las dos bombas nucleares Japón capitula el 15 de agosto.

Cuando es asignado a Iwo, Sakai destaca que la isla estaba pobremente defendida, y no entendía como no atacaron en ese momento lo americanos. Esto hace pensar que si hubieran atacado, es posible que la guerra se hubiese acortado o que incluso no se hubieran usado las bombas atómicas. También me gustó el capítulo en el que es asignado a una misión suicida, como sus cabilaciones le hacen convencerse primero cumplir con su deber y como va cambiando de opinión.

Sobre el tono de la novela, el libro no me parece ningún alegato nacionalista japonés, no detecto fanatismo ni desprecio por el rival, si que hay patriotismo, aunque hecho de menos alguna crítica contra el imperialismo o la deriva de la guerra y las decisiones tomadas por los mandos japoneses.

El libro me ha gustado aunque no tiene el gancho que tiene el libro de Richtofen.

Citas: Un par de citas sacadas del libro.

Existían buenos motivos para sospechar que «voluntarios» rusos acompañaron a los aviones soviéticos a través de la frontera, pero nunca pudimos recuperar de entre los restos de los aviones enemigos el cadáver de un piloto ruso.
Nuestra Armada contaba con fuertes pruebas de que una «Legión Extranjera» de pilotos tripulaba la fuerza aérea de China. Esos hombres de todas las naciones pilotaban un conglomerado mixto de cazas, pues en el aire nos encontramos no sólo con aparatos rusos, sino también con los de fabricación norteamericana, británica, alemana y otras. A veces, por supuesto, los chinos pilotaban esos aviones.

Esta ayuda extranjera a los chinos me llamó bastante la atención, pensaba que era una fantasmada de Sakai pero incluso hubo mercenarios americanos.

«Namu Hachiman Daibosatsu». Una traducción literal sería: «Creemos en el Piadoso Dios de la Guerra»

Me llama la atención la enfrentación de piadoso con guerra, si algo no es la guerra entre otras muchas cosas es piadosa.

Vocabulario añadido: admoniciones, huera, Immelmann, goniómetros, Yoshitune, derviches, inconmovibles, marjales, staccato, Takijiro Onishi, culíes, higa, fulmíneo, desventradas.

Pedro
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Al infierno en goitibera // 11906

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