#77 Ébano de Ryszard Kapuscinski

Atención: A continuación se revelan partes de la trama del libro.

¿Por qué este libro? Por recomendación de la misma persona que ya me recomendó Flores para Algernon o Soy leyenda.

¿Qué tal la novela? Más que una novela es una selección de las vivencias del autor a lo largo de sus viajes por África desde finales de los 50 hasta los 90. Kapuscinski trabajó como periodista por todo el continente. Este libro se centra en el África subsahariana, en países como Liberia, Etiopía, Somalia, Tanzania, Uganda, Ruanda, Burundi etc.

Se nota que Kapuscinski ama África, escribe sobre ella con toda la crudeza y con todo el cariño. Nos explica cómo descifrarla a través de sus vivencias y completándolas con la historia del continente. En su tono no detecto ni paternalismo ni suficiencia. Tampoco intenta justificarla ni condenarla, África es como es.

A lo largo de varios capítulos nos explica que en las horas centrales del día y hasta bien entrada la tarde, el tiempo y la actividad se detiene. El calor cae a plomo y es tan asfixiante que impide cualquier actividad, es imposible hacer cualquier cosa, por lo que la mejor opción es buscar una sombra y entrar en una especie de letargo. Hace que de verdad el lector sienta el agobio y el peso del sol. Creo que de esta forma nos explica un aspecto importante de gran parte del carácter de los africanos.

A lo largo del texto trata varias veces cómo se gana la vida gran parte de la gente. Por ejemplo si tienes una camisa, puedes ganarte la vida como vigilante o si tienes una olla puedes ganarte la vida cociendo arroz o mijo para otras personas a cambio de dinero. La subsistencia puede depender simplemente de tener o no un simple recipiente. Muchos no tienen con qué ganarse la vida, por lo que simplemente intentan conseguir algo para comer, no tienen un futuro y viven al día. Muchas veces simplemente no comen y siempre tienen hambre. Un ejemplo esto son los bayaye, jóvenes de la calle a veces excombatientes desmovilizados, que simplemente están esperando sin hacer nada.

El capítulo dedicado a Liberia es uno de los más delirantes. Brevemente nos cuenta la historia del país que surgió como un estado para los esclavos americanos liberados en el siglo XIX. Estos libertos se constituyen la élite gobernante del país y terminan explotando y esclavizando a los nativos, quedando finalmente un estado fallido. El golpe de estado de Samuel Doe, al que nos lo presenta como un analfabeto sin dos de frente. El hundimiento del país aún más si cabe. Y finalmente su captura, tortura y asesinato que quedó inmortalizada en un video casero que se convirtió en el más visto del país y que todavía circula por internet

Un libro muy recomendable, no esperaba aprender tanto sobre el continente. Tanto y al mismo tiempo es sólo una ligera pincelada, no se puede contener un continente y sus habitantes en un libro. Sin duda seguiré leyendo cosas suyas, y espero leer en breve Un día más con vida.

Citas: Algunas ideas extraídas del libro.

Toda la civilización técnica del siglo XIX fue llevada al interior de África sobre las cabezas de sus habitantes.
Los del África del Norte, incluso los del Sahara, tuvieron mejor suerte: podían usar animales de carga, como los camellos. Pero ni el camello ni el cabello consiguieron adaptarse al África subsahariana: morían diezmados por la mosca tse-tse y también a causa de otras enfermedades mortales del trópico húmedo.

Este dato es aplastante y explica de forma sencilla parte del problema del desarrollo y explotación del continente.

se habían buscado soluciones de urgencia, una de las cuales consistía en importar al África oriental, de otra colonia británica, la India, mano de obra barata. De esta manera había aterrizado el abuelo del doctor Patel, primero en Kenia y luego en Uganda.

Se me hace raro pensar en barrios de emigrantes indios en la costa oriental de África, son flujos migratorios que no son comunes hoy en día.

El león es un cazador hábil y temible durante unos veinte años. Luego empieza a envejecer. Sus músculos se debilitan, su velocidad se reduce y sus saltos se vuelven cada vez más cortos. Le resulta difícil alcanzar al asustadizo antílope y a la veloz y siempre alerta cebra. Hambriento, se convierte en una carga para la manada. Es un momento difícil para él: la manada no tolera a los débiles y enfermos, por lo cual puede llegar a ser una víctima. Cada vez más a menudo tiene miedo de que los más jóvenes lo maten a mordiscos. Poco a poco, se va separando de la manada, camina tras ella rezagado hasta que, finalmente, se queda solo. Lo mortifica el hambre, pero ya no es capaz de alcanzar la presa. Y entonces sólo le queda una salida: cazar al hombre.

Me parece curiosa la explicación de los ataques de los leones a los humanos. Sólo nos consideran alimento en el declive de su vida cuando el resto de presas no son alcanzables.

Leo a veces que en América o en Europa un niño ha disparado sobre otro niño. Que ha matado a uno de su misma edad o a un adulto. Este tipo de información suele ir acompañado de expresiones de estupefacción y espanto. Pues bien, en África los niños llevan años, muchos, mucho tiempo, matando a otros niños, y en masa. A decir verdad, las guerras contemporáneas que se libran en este continente son guerras de niños.

Hoy en día parece que este drama está bastante olvidado, ya no ocupa portadas ni tiempo en los telediarios.

Vocabulario añadido: gradaciones, quinina, laterita, euforbias, légamo, tráfago, rafia, almuédanos, alzaprimas, percal, gualdrapas, sevicias, bardanas, nilóticos, palustre, muías, curianas, jabardos, escamochos, cárabos, crinolinas, condotieros, narguiles, prosternación, rocalla.